Hoy se cumplen 6 años del horrible acto terrorista del 9/11. Pienso que indiferentemente de la relación que tengan los Estados Unidos con otros países, de las creencias religiosas de los habitantes de este mundo, de cómo los intereses económicos mueven el globo, esto nunca debió pasar. No hay forma de explicarle a los padres que perdieron sus hijos, las mujeres que quedaron viudas, los niños que ya no tienen a su padre o madre o a los rescatistas que hoy sufren padecimientos de salud o todavía tienen pesadillas, que el 9/11 fue el resultado de las políticas de los EU o sus intereses económicos o porque unos pensaron que matando vidas inocentes honran a Dios y tiene gano el paraíso. Hoy, seis años después insisto, estas cosas nunca deberían ocurrir (si es que aprendemos de la historia). Reciban mis condolencias los familiares de las víctimas de esta tragedia y mi admiración a los bomberos, voluntarios y rescatistas que dijeron presente.
Me acuerdo como hoy, yo me encontraba en un laboratorio de computadoras en la UPR de Ponce cuando vi muchas personas viendo el televisor que estaba alli y cuando mire habia una torre en fuego y todo el mundo no lo podia creer cuando de momento aparecio un avion de la nada y se estrella en la segunda torre y fue ahi cuando la gente empezo a gritar fue un dia muy triste y oscuro.