
En un artículo que publicó la excelente revista CPU Magazine del mes de septiembre titulado “The Modern PC”, Alex St. John comenta acerca de la cantidad de software que viene preinstalado cuando compras una PC nueva. La mayor parte de este software es “trialware”, lo pruebas por unos días y se desactiva si no lo compras. Otra cosa es la cantidad de juegos que vienen preinstalados en esta misma modalidad. El autor, dueño de Wild Tangent, una compañía que vende juegos a través del Internet, defiende esta tendencia, aludiendo que la mayor parte de los que compran PC’s no desean envolverse en el tedio de instalar software y los contratiempos que esto a veces conlleva. Plantea la teoría de que es más complicado instalar software que desinstalarlo, tarea que tenemos que hacer cuando compramos una PC y queremos liberar ese espacio del disco duro. A mí personalmente me resulta fastidioso cada vez que compro una PC, perder por lo menos de 15 a 30 minutos sacando de la computadora la cantidad enorme de juegos, que sé no voy a usar, y otro software que me ocupa espacio vital en el disco duro, que además para colmo resulta ser “bloatware”: retrasa el “boot” porque se activa al momento de encender la PC, y consume memoria que necesito para otras aplicaciones. Lo peor es que algunos de estos programas son difíciles de remover, dejan un rastro en el disco duro y en el registro de Windows y al final hay que ejecutar alguna utilidad que limpie ese debris, que también ocupa espacio y hasta puede producir errores. Yo preferiría que el “trialware” y demás software incluído en la nueva PC venga en cd’s o dvd’s y quede a mi discresión cuáles deseo instalar. En la mayoría de los casos, lo que hago es trasnferir de mi antigua PC las aplicaciones que uso constantemente a la nueva PC. Por esta vez, no puedo estar de acuerdo con St. John.